Consejos para pintar un coche con altas temperaturas

La llegada del verano y el calor propio de estas fechas, tiene una influencia directa en el trabajo de reparación y pintado de un vehículo en los talleres de chapa y pintura, debido a las propiedades reológicas de los materiales empleados. 

Las altas temperaturas hacen que la pintura se seque más rápido o que las piezas a reparar y el aire expulsado por la pistola estén más calientes, obligando al pintor profesional a adaptar los procesos de preparación, aplicación y secado de la pintura.

La humedad relativa así como la temperatura ambiental o la temperatura del soporte (plástico, chapa) y producto son factores que debemos tener siempre presentes durante la reparación, pero es en condiciones extremas de calor, cuando cobra aún más importancia para la obtención de un acabado de calidad.

Siguiendo una serie de pautas y consejos prácticos, podremos obtener un excelente resultado final durante el pintado de un coche en verano o en cualquier otra época del año, independientemente de las condiciones atmosféricas en las que nos encontremos.

1. Correcta elección de diluyente y catalizador en función de la temperatura ambiental

Con temperaturas elevadas, será fundamental adecuar la mezcla para obtener una viscosidad de aplicación correcta, asegurándonos de que la pintura no se seque demasiado pronto.

Además, el tamaño de la superficie a reparar influirá en la elección del diluyente y catalizador a emplear, requiriendo de un secado más lento cuanto más grande sea la superficie.

Correcta relación de mezcla barniz coche

Por esta razón, debemos adaptar la cantidad de diluyente a utilizar, reduciendo la dilución de la mezcla cuando contemos con una temperatura de material elevada.

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Será aconsejable trabajar  con los rangos de proporción de mezcla indicados en la ficha técnica del producto, así como la utilización de un diluyente compatible y adaptado al sistema de pintura empleado (mismo fabricante) con el fin de optimizar el resultado final y evitar posibles defectos en la película de pintura.

En cuanto a la elección del endurecedor, haremos uso de un catalizador lento que nos permita retardar el secado de la pintura, asegurando un correcto brillo y aspecto del acabado final. Esta característica nos ayudará también a orientar mejor las partículas de efecto de colores metalizados o perlados durante la aplicación.

En SINNEK contamos con una amplia gama de catalizadores, que en combinación con sus diferentes productos compatibles, permiten adecuar el proceso de aplicación a todo tipo de contextos y situaciones. 

Independientemente del tamaño de la superficie a pintar, si la temperatura ambiental se sitúa entorno a los 20ºC-30ºC, haremos uso de catalizadores medios como el HA/8020 o HA/8055.

Si la temperatura ambiental es superior a los 30ºC, utilizaremos catalizadores lentos: HA/8010 o HA/8045. Puedes consultar las fichas técnicas y las indicaciones en los envases, para contrastar la compatibilidad de cada producto.

2. Humedad relativa 

Según la región en la que nos encontremos, la humedad relativa ambiental tendrá una influencia destacada durante el proceso de aplicación de la pintura bicapa base agua.

Como es evidente, en ambientes secos, la pintura base agua se secará más rápido que en regiones con niveles más altos de humedad. 

Este hecho puede dar lugar a una mayor dificultad en la integración de las capas aplicadas. Una correcta adecuación de la mezcla y producto, mantendrá la película húmeda el tiempo suficiente como para obtener una homogeneización y extensibilidad correcta.

3. Adaptar el horario a los procesos de trabajo

En zonas geográficas, donde se puedan dar con frecuencia altas temperaturas, puede ser aconsejable realizar una planificación previa del trabajo a realizar, modificando los horarios de los procesos productivos durante los periodos de mayor calor. 

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De este modo, aprovechamos las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la tarde para realizar los trabajos de aplicación de pintura en cabina, cuando la temperatura es menor.

Durante las horas centrales del día, podremos realizar los trabajos de preparación, enmasillado, aparejado o enmascarado pendientes.

4. Adecuar el proceso de aplicación y productos

En condiciones de calor extremo, deberemos adaptar el proceso de reparación y los productos utilizados de la forma más cómoda y segura para garantizar un buen acabado final.

En la actualidad las masillas de poliéster suelen ser rápidas de reacción o secado, sin embargo, podemos variar ligeramente su velocidad de secado en función de la cantidad de endurecedor (peróxido de benzoilo) que utilicemos en la mezcla.

Mezclar masilla de poliéster

Esto permitirá al profesional contar con tiempo suficiente para aplicar la masilla sobre la superficie a reparar, no teniendo que desaprovechar producto durante la aplicación.

En cuanto a los aparejos, debemos tener en cuenta el tipo de catalizador utilizado y el tiempo transcurrido entre la preparación de la mezcla hasta su posterior aplicación, ya que con temperaturas elevadas, el tiempo de catalización del aparejo puede acortarse sustancialmente, dificultando su aplicación y comportamiento.

Durante la aplicación del acabado final, será crucial seguir las indicaciones de la ficha técnica de los productos a utilizar en relación a altas temperaturas. Es aconsejable hacer una aplicación húmeda y uniforme, evitando manos con una carga excesiva de producto y respetando en todo momento los tiempos de secado estipulados.

5. Temperatura de almacenaje y manipulación 

La pintura para carrocería, al tratarse de un producto químico, es susceptible de variar sus propiedades por una temperatura ambiental elevada. 

La temperatura ideal de los productos debe situarse entorno a los 20ºC-25ºC en el momento de su aplicación, con el fin de garantizar una correcta reacción química entre la pintura y su endurecedor. De igual forma, la temperatura de almacenaje ideal será de 15ºC a 30ºC.

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6. Defectos más comunes por altas temperaturas

Las temperaturas elevadas aumentan la exigencia y la complejidad de la reparación, siendo habitual la aparición de diferentes defectos de pintado en el caso de no seguir algunos de los consejos anteriormente descritos. Entre los problemas más comunes, destacan:

Bajadas de brillo

Una incorrecta utilización de catalizadores y diluyentes, así como no respetar los tiempos de secado o una carga excesiva de producto durante la aplicación, puede provocar la pérdida de brillo de la capa final con temperaturas elevadas.

Hervidos

Detalle de hervidos o burbujas de disolvente en pintura

La utilización de un endurecedor o diluyente que actúe demasiado rápido, impidiendo evaporar totalmente el disolvente de la capa inferior, facilitará la aparición de hervidos. Además un cambio brusco de temperatura, conocido como “choque térmico”, puede dar lugar a la aparición de una capa final de humedad.

Sombras o ráfagas

Las elevadas temperaturas dificultan la orientación de las partículas de efecto, impidiendo que no estén lo suficientemente húmedas en su contacto con el soporte. Esta incorrecta orientación de las partículas, puede provocar cambios en la altura del tono del color, o la aparición de sombras y ráfagas en el acabado.

Conclusión

Tener en cuenta esta serie de consejos durante la aplicación de pintura en condiciones extremas de calor nos aportará un plus de seguridad, minimizando la posible aparición de errores durante el proceso de repintado. Además, en lugares donde las temperaturas elevadas están presentes durante gran parte de año, será fundamental la adopción de las medidas necesarias para mantener los índices de rentabilidad y productividad necesarios en las reparaciones de chapa y pintura.