Este post forma parte de un conjunto de contenidos relacionados con el proceso de uso del espectrofotómetro, donde explicamos al detalle la importancia de la obtención de una información precisa del color en el repintado del automóvil.
Te enseñaremos también cómo realizar una lectura de color de forma correcta paso a paso y sus beneficios en términos de productividad y rentabilidad para el taller.
Si quieres aprender todos los pasos a tener en cuenta en el uso correcto del espectrofotómetro y la medición de color, no te pierdas el resto de contenidos relacionados:
En el artículo que nos ocupa, nos centraremos en la importancia de realizar una correcta identificación de la superficie a reparar, lo cual nos aportará información sobre la zona donde deberemos de tomar la lectura de color y el tipo de reparación a realizar.
La importancia de la lectura del color
La formulación de color es un proceso crítico previo al proceso de aplicación de la pintura de acabado, y que puede tener una influencia muy importante en el resultado final de la reparación.
Debido a la continua aparición de nuevas tonalidades por parte de los fabricantes de coches, y al aumento de la complejidad en la reproductividad de algunos colores, se hace imprescindible en muchos casos el uso de herramientas que nos aseguren una información precisa en la lectura del color.
Esta necesidad es más acusada aún en piezas que han sido repintadas previamente, donde las diferencias de color con respecto al pintado original de fábrica pueden variar sustancialmente, provocando en algunos casos fenómenos como el metamerismo.
Por ello, cada vez es más necesario el uso de herramientas de color como el espectrofotómetro, que facilitan el proceso de lectura de color y la obtención de una reparación final de mayor calidad.
Veamos ahora qué pasos son necesarios para realizar una correcta identificación de la superficie a reparar previa a la medición.
1. Averiguar si el color del vehículo es original o repintado
El primer paso que debemos de tener en cuenta a la hora de realizar una correcta identificación de la zona a reparar es averiguar si el vehículo ha sido repintado anteriormente, o si por el contrario, mantiene el color original del fabricante.
Debemos examinar en detalle las diferentes piezas y estructura del vehículo, para asegurarnos si ha sido repintado, o si presenta defectos de pintado como rechupados, descuelgues, asimetrías de barnizado u otros defectos.
En ocasiones, puede ocurrir que el propio coche mantenga su pintado original de fábrica pero presente diferencias de color en distintas superficies, debido a factores como la temperatura ambiental de aplicación en cadena fabricación, naturaleza del material de la superficie o calibración de los equipos de pintado entre otros.
2. Uso opcional de micrómetro
Una alternativa que nos puede aportar una información más precisa sobre si un coche ha sido repintado, sería la utilización de un medidor de micras, para conocer el espesor exacto de la superficie.
A través del micrómetro, podremos comparar el valor del micraje de diferentes áreas, para saber con certeza qué capa presenta un mayor grosor, y por consiguiente, saber si ha sido repintada previamente.
3. Elección del lugar de la medición en función de si se realizará un difuminado o un parche
En función de dónde se encuentre el daño dentro de la pieza a reparar, el profesional deberá valorar si realizar un parche o un difuminado en las piezas adyacentes, para asegurar una igualación de color, tonalidad y brillo.
Superficie a parchear: lectura en la misma pieza
En desperfectos no muy grandes y que se encuentren en piezas de mayor tamaño y zonas centrales de las mismas, como pueden ser un capó o puertas, se puede dar la posibilidad de realizar un parche sobre la superficie, por lo que podríamos realizar la lectura de color en la misma pieza, sin necesidad de recoger información en piezas adyacentes.
Superficie a difuminar: medición en piezas adyacentes
En este otro ejemplo vemos una reparación en la que deberemos hacer un difuminado.
Nuestra recomendación es siempre realizar una aplicación con difuminado, ya que de esta manera aumentaremos las posibilidades de realizar una mejor nivelación de color y acabado con respecto al conjunto de piezas adyacentes.
De esta manera, una vez identificada la zona donde realizar la lectura del color, en función de la localización y tamaño del daño, pasaremos al siguiente paso: preparar la pieza para la lectura con el espectrofotómetro.